Biden prohíbe las inversiones en inteligencia artificial, chips y cuántica en China
El presidente estadounidense, Joe Biden, está intensificando la guerra comercial tecnológica con China al emitir una orden ejecutiva para restringir la inversión en ciertos sectores, incluidos los semiconductores y la microelectrónica, la tecnología de la información cuántica y la inteligencia artificial.
Las tensiones han aumentado algo entre Estados Unidos y China. Esta semana, el presidente estadounidense, Joe Biden, emitió una orden ejecutiva que restringirá la inversión en varios sectores, incluidos los semiconductores y la inteligencia artificial. Una forma clara de mostrar su deseo de intensificar la guerra comercial con China en el ámbito tecnológico. La medida, que sigue a una serie de restricciones a las exportaciones de chips estadounidenses a China, corre el riesgo de perturbar aún más la cadena de suministro de tecnología global, pero los principales grupos comerciales y aliados de Estados Unidos hasta ahora han reaccionado con cautela. La orden ejecutiva, emitida el miércoles, otorga al Tesoro de Estados Unidos la autoridad para promulgar regulaciones específicas después de un período de comentarios de 45 días, durante el cual las partes interesadas pueden proporcionar comentarios que serán considerados en el borrador de nuevas reglas.
Estas regulaciones afectarán a tres sectores: los semiconductores y la microelectrónica, las tecnologías de la información cuántica y determinados sistemas de inteligencia artificial. "Este programa busca evitar que los países extranjeros de interés exploten las inversiones estadounidenses en este conjunto restringido de tecnologías que son fundamentales para apoyar su desarrollo de capacidades militares, de inteligencia, de vigilancia y cibernéticas que ponen en riesgo la seguridad nacional de los Estados Unidos". Joe Biden escribió en una carta al Congreso. Aunque no se menciona ningún país específico en la orden ejecutiva del presidente de Estados Unidos, China, incluidas la Región Administrativa Especial de Hong Kong y la Región Administrativa Especial de Macao, figuran como países de preocupación en un anexo.
La guerra comercial de TI entre los dos países, una y otra vez
Si bien los detalles finales de las próximas restricciones a la inversión de Estados Unidos se resolverán en los próximos meses, una hoja informativa publicada por el Departamento del Tesoro describe algunas tecnologías específicas que Estados Unidos está considerando. Se trata, en particular, de semiconductores y microelectrónica, en concreto de software de automatización de diseño electrónico, equipos de fabricación de semiconductores, fabricación de circuitos integrados avanzados y la instalación o venta de superordenadores. Esto incluye la producción de computadoras cuánticas y ciertos componentes, incluidos sensores, redes cuánticas y sistemas de comunicaciones cuánticas. Finalmente, los sistemas de IA son parte del paquete, especialmente el software que utiliza IA para operaciones militares o de inteligencia.
La administración del presidente Biden comenzó a imponer restricciones a las exportaciones de chips y tecnología de fabricación de chips a China el año pasado, con el objetivo declarado de impedir que China acceda a tecnologías avanzadas para la modernización militar y las violaciones de derechos humanos. Como resultado de los controles a las exportaciones, la administración Biden ha lanzado una serie de iniciativas destinadas a impulsar la producción nacional de semiconductores. El miércoles, al cumplirse un año de la firma de la Ley CHIPS por parte del presidente Biden, se anunció que más de 460 empresas han expresado interés en obtener una subvención gubernamental para semiconductores.
Reacciones moderadas
Sin embargo, restringir la inversión de empresas estadounidenses en China, alegando preocupaciones de seguridad nacional, es una medida clara que va más allá del concepto de seguridad y politiza la participación empresarial, dijo un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino en un comunicado. “Esto es una flagrante coerción económica e intimidación tecnológica, un acto que viola gravemente los principios de la economía de mercado y la competencia leal, socava el orden económico y comercial internacional, desestabiliza las cadenas industriales y las cadenas de suministro globales, y daña los intereses de China y Estados Unidos. así como la comunidad empresarial global”, según el comunicado.
En Estados Unidos las reacciones fueron cautelosas. "La Cámara de Comercio sigue comprometida a trabajar con los responsables de la formulación de políticas para preservar nuestra seguridad y nuestros valores nacionales, así como el área de oportunidades comerciales en las que podemos y debemos participar productivamente", dijo la Cámara de Comercio de Estados Unidos. liberar. La Asociación de la Industria de Semiconductores se hizo eco de este sentimiento y dijo que reconocía “la necesidad de proteger la seguridad nacional”, y agregó que evaluaría la orden ejecutiva y agradecería la oportunidad de brindar comentarios como parte del período de consulta pública.
Los analistas de tecnología dicen que las restricciones a la exportación de chips implementadas el año pasado seguramente perturbarán la cadena de suministro de una amplia gama de productos para empresas globales, no sólo para tecnologías como servidores de red, sino también para productos como automóviles cuyos sistemas de guía dependen de tecnologías de vanguardia. papas fritas.
La Unión Europea lista para reaccionar
Esta guerra comercial ya ha dejado a varios países atrapados en el fuego cruzado, y la Comisión Europea dijo el jueves que analizaría el nuevo decreto antes de tomar decisiones sobre sus propias restricciones a la inversión. “Analizaremos cuidadosamente el decreto. Estamos en estrecho contacto con la administración estadounidense y esperamos continuar nuestra cooperación en este asunto”, dijo un portavoz de la Comisión, añadiendo que la UE y sus Estados miembros también tienen un interés común en impulsar avances tecnológicos que mejoren las fuerzas militares y de inteligencia. capacidades de quienes socavan la paz y la seguridad internacionales.
En junio, la Comisión presentó su propio plan de seguridad económica, que incluye propuestas para imponer controles más estrictos a las exportaciones de tecnología que podría usarse con fines militares en China. El ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, dijo que Francia “se opone al desacoplamiento de las cadenas de suministro globales, lo que tendría un gran costo económico” durante un viaje a China el mes pasado. "Los cambios geopolíticos actuales y el rápido desarrollo de tecnologías sensibles nos obligan a encontrar un equilibrio: tenemos que preservar nuestra seguridad económica y, al mismo tiempo, seguir beneficiándonos de una economía abierta", afirmó Valdis Dombrovskis, entonces vicepresidente ejecutivo. y comisario responsable de Comercio.
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